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PRUEBAS BALÍSTICAS

Actualizado: 11 abr 2019

En nuestra última entrega escribimos acerca de nuevas tecnologías en materia de protección balística las cuales iban a mejorar la línea tradición al de productos ARMOURSHIELD. Ese compromiso que hemos adquirido con nuestros clientes fina- les, lo tomamos tan en serio que somos la única empresa en Venezuela que posee un laboratorio balístico en completa operatividad.

MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LA MANIPULACION DEL ARMAMENTO

1.- Considere toda arma de fuego como si estuviese cargada.

2.- Nunca apunte a alguien o algo que no tenga intención de disparar.

3.- No introduzca el dedo en el disparador hasta que esté listo para disparar.

4.- Asegúrese de su blanco y los alrededores.

Accidentes con ARMAS de fuego 5-6

Ese laboratorio nos permite realizar pruebas de acuerdo a los parámetros establecidos por el Instituto Nacional de Justicia de los Estados Unidos de América, o sus siglas en inglés NIJ, y también por el Boletín Técnico Nº16 de la Dirección de Armamento de la Fuerza Armada Nacional; así y solamente bajo esos rigurosos parámetros de medición realizamos nuestras pruebas.

Como habíamos expuesto en nuestra edición anterior, en nuestro afán de mejorar la línea de productos disponibles actualmente, hemos estado trabajando y probando nuevas fibras balísticas, tal es como S PECTRASHIELD Y GOLDFLEX, dichos materiales balísticos fabricados por HONEYWELL son mucho más flexibles y por ende más cómodos.

Es importante hacer notar que las fibras como GOLDFLEX y SPECTRASHIELD tienen limitantes en cuanto a su rendimiento balístico en condiciones de calor adversas esto ha sido suficientemente documentado, por ello es que ARMOURSHIELD ha favorecido el empleo de KEVLAR como el material para fabricación de chalecos antibalas.

La experiencia obtenida durante los últimos años han permitido trabajar combinaciones de materiales, la búsqueda de un producto más liviano, flexible y práctico ha sido la meta de ARMOURSHIELD.

El resultado es interesante; las fibras de KEVLAR se ubican de manera que sean el elemento de contención; es el compuesto donde van a estrellarse los espera proyectiles.

La reputación sólida y com- probada del KEVLAR, como material balístico y su capacidad para trabajar aún en las peores condiciones climáticas, con altísimas temperaturas, lo hace ideal como elemento de contención.

Los otros materiales sirven como ¨elemento de seguridad¨ y también como elemento difusor del trauma.

Para llegar a estas conclusiones, ARMOURSHIELD de Venezuela, ha realizado más de 100 pruebas en las más variadas condiciones, llevan- do las placas balísticas a los extremos, luego han sido enviados para la casa Matriz en el Reino Unido y posteriormente al Instituto de Justicia de los EEUU., (NIJ por sus siglas en inglés).


Actualmente estamos a la espera de estos resultados.

Una vez nuestros nuevos diseños hayan cumplido todas las normas internacionales, entonces serán llevados a la Dirección de Armamento de la Fuerza Armada para obtener la certificación nacional. En fin queremos ofrecer a nuestros clientes una amplia gama de chalecos antibalas, de configuraciones diferentes, de manera que puedan seleccionar aquel que más se adapta a sus necesidades.

Una nota muy particular que deseamos compartir con todos es la siguiente: El NIJ está actualmente en proceso de revisar las NIJ 01.01.04 y pronta- mente la nueva revisión estará disponible para consulta de todos.

Nuestro compromiso siempre es el usuario final, aquel que está en la calle cada día haciendo que se cumpla la ley. Por ello nos permitimos recordarles que aquellos chalecos antibalas que han sido impactados durante el cumplimiento del deber, pierde su garantía, sin embargo, ARMOURSHIELD reemplaza inmediatamente el chaleco sin costo alguno para la organización.

No deje que sus funcionarios salgan a la calle con chalecos previamente impactados, puesto que los mismos no tienen garantía del fabricante; envíelos a la brevedad para nuestra planta de manera que puedan ser reemplazados. Es importante que envíen acta policial y datos del funcionario que portaba el chaleco.

Desde hace más de una década, las fuerzas policiales modernas han implementado programas de entrenamiento que van más allá del simple uso de la fuerza letal. En primer lugar han entendido que si bien es cierto que el uso de la fuerza letal requiere de un riguroso adiestramiento y constante práctica, no es menos cierto que mucha de las situaciones donde se ven involucradas los diferentes departamentos de policía no requieren usar la fuerza letal.

Además en oportunidades puede convertir- se en un gran dolor de cabeza, tanto para el oficial de policía como para su organización.

La sociedad moderna se ha vuelto mucho más compleja, ilustrada, con rápido acce- so a la información, los ciudadanos conocen sus derechos. De aquí que desde hace algún tiempo los policías comenzaron a implementar un programa de adiestra- miento el cual se conoce como ¨NIVELES DE USO DE FUERZA¨.

Era muy importante ampliar el horizonte del policía, quien se encontraba en la calle día tras día y tenía que vivir las situaciones típicas de cada ciudad, municipio, etc.

Muchas veces el policía se encontraba al borracho del pueblo, al bravucón de la esquina o al pendenciero del bar, la señora exaltada o al hombre al borde de un colapso nervioso.

De los ejemplos arriba mencionados, el denominador común es: ¨ usar el arma de fuego en un conflicto que no ha escalado a ese nivel puede ser un dolor de cabeza¨.

A veces desenfundar el arma puede ser fácilmente mal interpretado. Especialmente hoy día donde cualesquiera puede tener el ¨loco video loco¨ que incrimina y produce resultado muy contraproducentes.

En oportunidades, la mera presencia física del funcionario en un ambiente es suficiente para detener el desarrollo de una actividad ilegal, cesar un conflicto de vecinos, o impedir que se consuma un atraco, ese individuo pendenciero, típi- co de muchas vecindades, al ver la presencia policial cesa en sus actitudes hostiles.

El primer nivel se entiende como ¨Presencia Física¨. He aquí nuestra primera reflexión: La presencia física, funciona si en primer lugar el funciona- rio policial ¨transmite¨ con su vestuario, porte y equipo una señal de respeto, profesionalismo y corrección.

Si el policía está uniformado con ropas hechas harapos, el equipo colocado al mejor estilo ¨Lejano Oeste¨ esa presencia física se resquebraja y por ende es posible que el conflicto escale. Más aún recomendamos que exista un código de uniforme donde se establezca el equipo mínimo que debe usar el funcionario y su ubicación prevaleciendo por supuesto, la ubicación de la pistola y sus porta cargadores.

Bien, como mencionamos ese primer nivel de uso de fuerza, seguimos con el segundo de ellos:

COMANDOS VERBALES.


En la mayoría de las oportunidades el funcionario policial va a tener que establecer un diálogo con las partes en conflicto o sencillamente girar instrucciones para resolver una situación.

Indicaciones tan simples como indicar a dos automovilistas que tuvieron una colisión menor que se calmen y estacionen sus vehículos en un hombrillo, hacer saber a una muchedumbre exaltada en un bar que la policía ha llegado o controlar sujetos posterior a un intercambio de disparos.

Nada más conflictivo y potencialmente peligroso cuando uno o más funcionarios policiales emplean lenguaje no adecuado con su envestidura. Empleo de términos como ¨EPA TU¨, ¨CHAMO¨,

¨SOMOS EL GOBIERNO¨, ¨MAMITA¨ y otros imposible de mencionar en este artículo, pueden escalar conflictos a niveles inesperados. En lugar de desactivar una bomba, ese funcionario acaba de iniciar la cuenta regresiva! Los involucrados en el conflicto van a sentir igual derecho de contestar en el mismo lenguaje y pasa el funcionario a una diatriba estando al mismo nivel, en pocas palabras, la autoridad se desvanece casi instantáneamente.

Para evitar eso, es importante en primer lugar que el funcionario policial se re- vista de una coraza o ¨piel dura¨, muchas veces sin menoscabar su envestidura, va a tener que limitar su lenguaje y evitar un intercambio de frases obscenas.

Por otro lado, es importante para todos los organismos de seguridad del estado establecer un manual ¨tipo¨ donde los funcionarios mantengan un lenguaje acorde.

Para ello es mejor establecer una serie de casos ¨generales¨ y con regularidad practicar escenarios que deben variar desde casos sencillos hasta situaciones más complejas.

Es importante que dentro de los primeros comandos se encuentre la identificación del Organismo Policial: ¨Policía¨ Aún cuando este se encuentre uniformado y por supuesto con más vigencia si está encubierto.

La comunicación verbal puede ocasionar reacciones no esperadas si no son transmitidas de forma acorde; por ejemplo si le decimos a un sujeto que suba las manos, este puede hacer un movimiento brusco y súbito al momento de ejecutar la acción, hecho que pudiese ser percibido como un acto de agresión. Sin embargo, si decimos: ¨Policía, Alto, levante las manos lentamente¨, está implícito en el comando que el movimiento debe ser pausado.

Como mencionamos al comienzo; es muy importante que el departamento de policía conjuntamente con el departamento legal o jurídico trabajen en ese juego de palabras iniciales.

Es importante destacar en este artículo que la capacidad de los individuos de transmitir instrucciones es similar a los movimientos de pinza fina, mientras más compleja sea la situación, mayor stress se desarrolle, la capacidad para transmitir comandos coherentes se ve comprometida.

Aquí es donde los funcionarios aplican lo aprendido durante sesiones de entrenamiento. Y casualmente en estos escenarios es que escuchamos aquellas infames frases, tales como: ¨Al suelo que somos gobierno¨ o ¨Mira hij...$%&! @*/¨. Cuando efectivamente lo que ¨Alto, Policía arrojen las armas, al suelo lentamente y boca abajo¨.

Entendiendo que las situaciones son complejas y variantes, los casos típicos deben ser estudiados y practica- dos para evitar confusiones. Aparte la responsabilidad del policía transciende y todas sus acciones serán tomadas en cuenta por los fiscales y jueces.

Evitar lenguaje obsceno y frases incoherentes es un buen comienzo.

El siguiente escalón en los niveles de uso de fuerza, es lo que hoy día llamamos ¨Fuerza No letal¨, aquí se enmarcan una serie de herramientas policiales tales como el Bastón de mando, PR24, ASP, rolos, Spray de gas CS, CN o Pimienta, otras armas más sofisticadas como el TASER o la pistola de esferas CS o pimienta.

También es considerada la defensa personal como parte de este ¨Arsenal No letal¨.

Hacemos uso del mismo cuando por ejemplo nos encontramos ante un individuo ¨bravucón¨ el cual no ha dado lugar para aplicar fuerza letal, un borracho impertinente o quizás un maleante que no posea armas.


Lo cierto es que muchas veces es totalmente inaceptable el uso de las armas de fuego.

Por ello debemos recurrir a estas herramientas.

U n a i m p o r t a n t e consideración en el empleo de estas armas es que el funcionario va a trabar combate cercano con un oponente, sobre el cual en la mayoría de las oportunidades desconoce sus capacidades, limitaciones, determinación y estado de ánimo. Está comprobado que en más del 30% de los casos donde se emplean herramientas no letales, con algunas excepciones, el funcionario también es lesionado o recibe fuertes golpes.

La práctica se hace indispensable y la incorporación de técnicas como PPCT (Tácticas de S.P.E.A.R, L.I.N.E.S., u otros debe ser incorporado con reentrenamiento constante.

El último nivel de la escalera de aplicación de violencia, es la ¨Fuerza Letal¨, para este proceso se requiere también de mucho entrenamiento, amplio conocimiento del ámbito legal y una determinación a prueba de todo.

Para ello me permito escribir la siguiente recomendación:

Los funcionarios deben entrenar al menos una vez cada trimestre con su arma de fuego y disparar al menos 125 cartuchos por sesión, veinticinco (25) en tiro de precisión, setenta y cinco (75) en desarrollo y mejoramiento de las tareas críticas y veinticinco (25) en pruebas de reacción y stress. No menos de 500 cartuchos al año.

Las descargas y disparos accidentales ocurren en la comunidad policial, durante el entrenamiento y la vida real a una frecuencia alarmante. Lo peor del caso es que existe una correlación directa entre los niveles de entrenamiento, el protocolo de seguridad y el rendimiento durante las actividades de calle.

El número de policías y militares lesionados y muertos por otros agentes policiales / militares, ha generado un creciente interés por parte de instructores tácticos, con miras a implementar programas destinados a minimizar dichos accidentes.

Los oficiales de policías manejan armas de fuego a una frecuencia muy elevada; sin mencionar los funcionarios de Equipos de Operaciones Especiales, Intervención o similares, donde las probabilidades de una descarga accidental se incrementan exponencialmente.

La implementación de un programa de seguridad correctamente diseñado, va a incrementar las probabilidades de alcanzar resultados positivos durante la ejecución de Operaciones Tácticas.

Algunos de los relatos son verdaderamente escalofriantes, donde oficiales de policía se han disparado unos a otros durante sesiones de entrenamiento y en operaciones tácticas.

Muchas veces los presupuestos afectan severamente el entrenamiento. Los recortes presupuestarios, falta de munición, número de funcionarios que requieren ser entrenados, costo de los equipos, contratación de instructores o costos de centros de entrenamientos profesionales, fundamentalmente prácticos, donde se consideren procedimientos que puedan ser implementados a todos los niveles de la organización.

Conjuntamente con el establecimiento de un programa de entrenamiento, medidas de seguridad y un protocolo de seguridad deben ser implementados a todo nivel. Debe ser tan sólido que aplique a las Tácticas Operacionales, programas y escuelas de entrenamiento.


A continuación ofrecemos un conjunto de medidas de seguridad que hemos implementado exitosamente en nuestra división de adiestramiento a lo largo de 3 años.

Dichas normas son producto del intenso número de horas y experiencias personal de nuestros instructores quienes han asistido a innumerables escuelas tácticas en una variedad de países.


Primero.

Debe ser obligatorio el conocimiento de las medidas de seguridad en la manipulación del armamento, las cuales nombraremos a continuación:

1. Considere toda arma de fuego como si estuviese cargada.

2. Nunca apunte a nada o nadie que no tenga intención de dispararle o en una dirección donde una descarga accidental pueda ocasionar daños.

3. No introduzca el dedo en el disparador hasta que este listo para disparar.

4. Asegúrese de su blanco y lo que está posterior a este.

Los funcionarios policiales deberían estar en capacidad de recitar dichas medidas de seguridad.


Segundo.

Debe establecerse un procedimiento de carga y descarga que sea de obligatorio cumplimiento por todos los integrantes de la organización. Para todas nuestras sesiones de entrenamiento empleamos el mismo procedimiento el cual tiene una especie de aplicación en la vida real:

1. Desenfunde el arma.

2. Corredera atrás (empleando la retenida).

3. Verificar condición de recámara (visual y físicamente).

4. Introducir un cargador con munición.

5. Liberar la retenida de la corredera.

6. Enfundar.

Para descargar el arma hacemos entonces lo siguiente:

1. Desenfundar.

2. Sacar el cargador.

3. Llevar la corredera atrás.

4. Verificar la condición del arma (Visual y físicamente).

5. Liberar la corredera.

6. Apuntar en dirección segura.

7. Accionar el disparador.

8. Enfundar.

Otras medidas de seguridad que aplicamos en nuestro quehacer diario son:

Aula de Instrucción.

Tenemos terminantemente prohibido que los alumnos entren con munición a la misma.

Para ello es designado un oficial de seguridad (normalmente uno de los instructores) el cual tiene la responsabilidad de inspeccionar cada arma, cargadores y también al participante, esto lo hace mediante una inspección visual y física. De igual manera el oficial de seguridad debe revisar el aula y verificar que no haya munición real, solo se permite el acceso a munición inerte de práctica.

Durante la ejecución de polígonos en primer lugar hay que hacer del conocimiento de todos las cuatro normas de seguridad en la manipulación del armamento.

También las diversas disposiciones de seguridad bajo la cual se rige el área en particular.

Involucrar a todos en la seguridad es im- portante, cualquier alumno debe estar en capacidad de gritar un ¨ALTO AL FUEGO¨, si observa una situación irregular.

Es muy importante designar un área de seguridad donde los participantes puedan manipular armas de forma segura, sea para ajustar equipo, limpiar, lubricar, etc. Allí ¨NO DEBE HABER MUNICIÓN¨.

Una vez que esos parámetros son indicados a todos, se debe llevar al equipo a la línea de fuego y descargar al personal; los instructores deben verificar visual y física- mente que las armas están descargadas. Una vez que hayamos supervisado esto es posible comenzar las actividades planificadas.

Si se otorgan ¨recesos¨ tales como almuerzos, donde el personal salga del área de instrucción, al regresar las armas deben ser verificadas por los instructores.

Otra sugerencia es la incorporación de dispositivos que permitan al instructor a simple vista identificar que un arma está en condición segura.


Existen varias empresas que venden dispositivos que impiden la carga de municiones en la recamara y esos indicadores son normalmente visibles en la boca del cañón. Los dispositivos son particular- mente útiles cuando enseñamos destrezas nuevas.

Antes de iniciar ejercicios de polígono tanto el instructor como el oficial de seguridad deben hacer un recorrido y verificar toda el área, especialmente la zona de blancos y asegurarse que está completa- mente despejada para el ejercicio. Si este es en una casa de tiro, sobre vehículos, autobuses o aviones, entonces se deberá efectuar un recorrido previo para verificar que no hay personal, objetos u obstáculos no deseados, esta revisión debe realizar- se antes de ejercicios al seco, con municiones de práctica o munición real.¨

Cada año Glock Ges.m.b.H., introduce algo nuevo al mercado de armas cortas, el año 2004 fue la introducción del .45 GAP o Glock Automatic Pistol. La versión original presentada en el SHOT SHOW fue el modelo 37 o versión de servicio, luego en el 2005, se presentó en las Vegas, Nevada los modelos 38 y 39. Versiones compactas y sub-compactas del .45 GAP.

John Moses Browning

El .45 ACP fue introducido en el año 1900 cuando John Moses Browning diseñaba la pistola que en 1911 fue adoptada por el Ejército de los Estados Unidos, esta permaneció en servicio hasta 1984, durante 75 años.

Esa misma fue llevada al combate en múltiples conflictos militares y ganó su lu- gar en la historia como un arma confiable de sólida reputación. Además hizo leyenda dentro de los Estados Unidos y cautivó al público en general. Tanto así que cuando es reemplazado en 1984 por el calibre 9x19mm, unidades militares y policiales de élite sencillamente decidieron no hacerlo.

Al igual que lo sucedido con el calibre 30.06 o 7.62x63mm el cual al final de la segunda guerra mundial fue redimensionado al 7.62x51mm. La realidad la acompañó al 30.06 fue el desarrollado de nuevas y mucho más eficientes cargas propelentes (pólvoras) que hacían innecesario un contenedor (vaina) tan gran- de. El equipo de investigación y desarrollo del Ingeniero Gastón Glock, concluyeron que empleando los nuevos propelentes podían reducir el tamaño de la vaina en 22mm (.89¨) hasta 19mm (.76¨), longitud similar al del 9x19mm, todo esto sin sacrificar el rendimiento balístico del cartucho .45 GAP genera mayores presioneS que el .45 ACP., el equipo de desarrollo tuvo que trabajar duro en mantener las presiones equiparables a las del venerable ACP., aún cuando siguen siendo mayores las del GAP.

Por ello si piensan que el menor formato significa menor rendimiento están equivocados. Un paquete compacto muy poderoso, fue el resultado de este trabajo por parte de los ingenieros de GLOCK. Pero seguía siendo muy importante, por cuanto un amplio segmento de usuarios del .45 realizaría un minucioso análisis comparativo de ambos calibres.

En segundo lugar y como resultado directo de este desarrollo se encuentra el hecho que al reducir la longitud de la vaina, también se reduce el tamaño del armazón, por lo tanto se vuelve mucho más ergonómica la pistola.

El armazón del GLOCK 37 es de dimensiones similares al del 17, 22 y 31. Otra ventaja fue el posible desarrollo y presentación al mercado de los modelos 38 (equivalente al 19, 23 y 32) y del sub-compacto 39 (similar al 26, 27 y 33).


La respuesta del mercado no se ha hecho esperar y también los fabricantes de municiones ofrecen una amplia variedad, hecho que complementa de forma muy particular la introducción de las pistolas.

Un amplio margen de posibilidades se han abierto con la incorporación del .45GAP y la línea de pistolas GLOCK. La aceptación inicial del producto y las pruebas que realizan diversos organismos de seguridad nos indican que se han abierto nuevas puertas al calibre .45. DE VENEZUELA, C.A.

Estimados profesionales policiales y militares que hayan participado en nuestro programa de entrenamiento, deseamos que se involucren con nosotros en la publicación de este Boletín.

Si tienen una vivencia o historia que se haya desarrollado en el cumplimiento del deber, la cual pueda ser compartida para beneficio de otros y contribuya a salvar vidas o al mejoramiento profesional, por favor, no vacile en hacérnosla llegar para publicarlas en los próximos Boletines. De igual manera si desean compartir algunos conocimientos técnicos o tácticos, también estamos abiertos a recibir sus trabajos y publicarlos.

Debemos aclarar, que dichas historias serán leídas y analizadas por nuestro comité de publicaciones para asegurarnos de no incurrir en conflictos legales.

Agradeceríamos su participación!!

Gustavo Rangel Director de Entrenamiento GLOCK DE VENEZUELA, C.A.

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